lunes, 31 de agosto de 2009

Con los cambios en la dieta y en los hábitos, los riesgos se reducen rápidamente

Casi el 90 por ciento de los casos de enfermedad coronaria se pueden atribuir a factores de riesgo relacionados con la dieta y el estilo de vida, como el hábito de fumar.

"No hay grandes secretos por descubrir, no hay un gen que podamos desconectar ni una píldora mágica que resuelva el problema", dice el médico Martín O"Flaherty.

La adopción de una dieta rica en verduras, vegetales y pescado, con la consiguiente disminución de carnes rojas, grasas saturadas y trans, y la sal, son fundamentales. "Tener un peso adecuado y hacer actividad física regular, además de dejar de fumar inmediatamente no es imposible", acota.

"Cuando logramos cambiar los hábitos de una gran proporción de la población, la enfermedad coronaria empieza a reducirse rápidamente, no hay que esperar 30 años. En cuatro o cinco años se verían los resultados", enfatiza el médico argentino.