Más de cuatro resfríos al año, y con una duración mayor a 10 días, pueden indicar la presencia de rinitis alérgica e incluso de rinosinusitis, dos afecciones cuyos síntomas persisten a menos que se manejen en forma adecuada. Especialistas en alergia y otorrinolaringología advirtieron durante el Simposio sobre Rinitis Alérgica, Rinosinusitis y Poliposis nasal que la falta de tratamiento puede aumentar el riesgo de asma, una patología respiratoria crónica de mayor gravedad.
Durante el encuentro, organizado por la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica (Aaaeic) y la Federación Argentina de Sociedades de Otorrinolaringología (FASO) se enfatizó que como los síntomas son semejantes a los del resfrío (estornudos, secreción nasal y nariz tapada), existe un alto subdiagnóstico de estas patologías. Se estima que el 15% de la población padece rinitis alérgica, según un sondeo nacional.
Juan Carlos Ivancevich, presidente saliente de la Aaaeic, señaló: "esta afección produce un deterioro en la calidad de vida cuando no se trata, llevando inclusive a un mayor riesgo de asma. Esto es lamentable, por cuanto hoy disponemos de tratamientos eficaces que tienen una alta probabilidad de resolver el cuadro".
Inflamación y congestión
La rinitis consiste en una inflamación de la mucosa nasal que produce congestión, estornudos repetidos, secreción nasal acuosa y constante, picazón en la nariz y enrojecimiento nasal. A menudo se acompaña de picazón en la garganta, oídos, paladar y ojos. Aproximadamente el 50% de las rinitis tienen un origen alérgico. Cuando no es tratada, pueden aparecer infecciones de senos paranasales (rinosinusitis) y de oído (otitis media); dificultades para el aprendizaje; alteraciones del sueño; pérdida del gusto y del olfato, asma y otras complicaciones.
"Podemos decir que, cuando un resfrío dura más de 15 días, es mejor consultar a un especialista, alergólogo u otorrinolaringólogo, ya que probablemente tenga origen alérgico", subrayó Jesús Luis Barbón, secretario general de la FASO.
"Rinitis es sinónimo de resfrío", afirmó el médico. "La diferencia es que, mientras el resfrío viral es autolimitado, es decir que cesa en entre siete y 10 días, la rinitis alérgica persiste en el tiempo, y los afectados continúan con secreción nasal y estornudos en forma cíclica", aclaró.
En cuanto al tratamiento, Ledit Ardusso, presidente de la Aaaeic, puntualizó que "se basa en cuatro pilares: la fármacoterapia, la educación del paciente, la evitación del alergeno y en algunos casos, la inmunoterapia. Al igual que en el asma, contamos con medicación de 'rescate' cuando el paciente está en una crisis alérgica, y otra 'controladora', como es el caso de los corticoides intranasales en forma de spray, que se deben utilizar a diario para que las crisis sean cada vez más espaciadas". Para un correcto uso de la medicación, "el paciente tiene que ser consciente de su afección crónica, y que necesita comprometerse con el tratamiento", expresó.
Detección y tratamiento
El eje del diagnóstico de la rinitis alérgica es el examen clínico. Mario Zernotti, secretario del Interior de FASO, señaló que en los casos crónicos se cuenta como complemento con la rinofibroscopía, que consiste en introducir una fibra óptica en la nariz para visualizar las estructuras sin molestias para el paciente. Para detectar la rinosinusitis, la tomografía computada desplazó a la radiografía gracias a su mayor exactitud. "En el pasado, se presumía acerca de la condición del paciente, y a veces se llegaba a la cirugía con un diagnóstico erróneo", comentó Barbón. Cuando el tratamiento debe ser quirúrgico ya no se emplea la intervención convencional sino la endoscópica. "Esta última no exige la internación del paciente y se lleva a cabo con anestesia local, y con ayuda de radiofrecuencia o láser", afirmó Zernotti. "Las cirugías funcionales mejoran el tabique nasal y la respiración del paciente", agregó.
Hace 10 meses
