Muchos papás se angustian y preocupan cuando sus bebés de dos o tres meses comienzan a llorar y no paran. Nada los calma; son los famosos cólicos, motivo común de consulta pediatra.
En general el cólico del bebé que comienza con llanto en forma súbita. El pequeño se pone colorado, aprieta sus puños, encoge las piernitas. Suelen ocurrir siempre a la misma hora, con preferencia hacia el atardecer, varias veces en la semana. Estos episodios empiezan a sucederse en forma más intensa hacia los dos meses de vida y tienden a desaparecer hacia los cuatro o cinco.
Gran cantidad de investigaciones interdisciplinarias sobre cólicos realizadas durante los últimos 30 años indican que el incremento del llanto durante los primeros meses -incluido el más intenso "cólico"- no se debe a problemas de salud o psicológicos del niño o de sus padres, y muestran que se trata de parte del desarrollo normal infantil. Así, una vez descartadas posibles problemas de salud como causa de cólicos, el verdadero riesgo es otro.
Existe nueva evidencia que muestra un alto grado de coincidencia de estos períodos de mucho llanto con el "síndrome del bebé sacudido" (SBS), una forma de maltrato -violentas sacudidas- que implica daños en la cabeza del niño, aún cuando al zarandearlo no se produzcan golpes. Las consecuencias del SBS son graves. Alrededor del 25% de los pequeños a los que se sacude mueren, y de los que viven el 80% resulta con daños neurológicos permanentes que incluyen ceguera y problemas de aprendizaje, entre otros. Lo mejor es poner el bebé en su cuna sin necesidad de sacudirlo.
Hace 10 meses
