Cuando nacen mellizos... ¿quién es el mayor?

Los mellizos no están sólo destinados a compartir nacimiento, tanto ellos como sus padres se enfrentarán a la archiconocida pregunta: "¿Y quién es el mayor"? Aunque legalmente es fácil de responder, biológicamente hablando, las cosas no están tan claras.

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Los embarazos múltiples llevan implícitos una serie de peculiaridades: tienen más riesgo que un embarazo normal, los bebés suelen tener un peso inferior y.... nacen al mismo tiempo. Es ese nacimiento compartido el que llevará a los mellizos (y a veces a los gemelos) a ser sometidos a unas preguntas estándar a lo largo de su vida pero más especialmente en sus cumpleaños: quién nació primero, si el parto se adelantó antes de tiempo, si hizo falta cesárea... Pero la pregunta reina es, sin lugar a dudas, "¿quién es el mayor?" (nunca nadie pregunta quién es el menor).

Después de que alguien la formule, surgirán las diferentes respuestas sin que nadie sepa en realidad cual es la correcta. Pero, en general, las respuestas se pueden clasificar en dos posturas:

El mayor es el que nace antes, porque lo que se toma como referencia es el nacimiento.
El mayor es el que nace después, porque es el que se ha formado antes.
Desde la perspectiva legal, está muy claro quién es el mayor: el que nace antes. Ahora bien, desde un punto de vista biológico ninguna de estas dos respuestas es verdadera ya que no puede saberse quién es el que se formó antes, si nos referimos a los mellizos. El orden del nacimiento es una cuestión que depende del lugar de la implantación (o anidación) de los embriones en el endometrio uterino y este depende mucho del azar. También depende secundariamente del trabajo de parto. Por tanto, saber cual de los mellizos se engendró antes es técnicamente imposible de saber en embarazos naturales. Tampoco serviría de mucho averiguarlo, porque la diferencia máxima de tiempo entre la formación de ambos mellizos sería aproximadamente de 24 horas, que es el tiempo en el que los óvulos, tras la ovulación, serían viables para la fecundación.

Si un embrión de los mellizos se implanta más cerca del cuello uterino que el otro, este tendrá casi todas las papeletas para nacer antes. Porque es el que está más cerca de la salida y, además, impide el paso de su hermano hasta que él no nazca. Es como estar en una habitación (bueno, más bien un zulo, por lo de las dimensiones ajustadas) y que uno estuviera más cerca de la puerta y bloqueara el paso a la otra persona que estuviera detrás.

Así que el cigoto que realice un recorrido menor, implantándose en una zona más cercana a las trompas y más lejos del cuello uterino que el otro cigoto será, con bastante seguridad, el mellizo que nazca el último.

Además, en el momento del parto, dicho cigoto (que ahora es un feto) tendrá todo el trabajo hecho durante el parto. Ya que su mellizo ya se ha encargado de abrirse paso a través del canal del parto durante la dilatación y el tiempo de salida del siguiente mellizo será mínimo.

Lo curioso del caso es que lo de primogénito (engendrado el primero) no es cierto, por definición, en un mellizo que nazca antes. No necesariamente se ha engendrado el primero, simplemente se implantó más cerca de cuello uterino o, por el trabajo de parto, descendió antes por este. Y lo mismo puede aplicarse a los gemelos, ya que ellos se engendraron al mismo tiempo (parten del mismo óvulo fecundado).

Y si nos ponemos a hablar de cesáreas en mellizos, donde el orden del nacimiento depende del médico, hablar sobre quién es mayor o menor sería algo similar a discutir sobre el sexo de los ángeles.