
"En estas cuatro semanas, cuando se produzca el pico en la circulación del virus (H1N1) y el de las enfermedades respiratorias estacionales, todos vamos a conocer a alguien que tiene o tuvo gripe A", advirtió, con extraña tranquilidad, el ministro de Salud porteño, Jorge Lemus, durante una entrevista con LA NACION.
"Hay que seguir con la vida lo más normal posible, no entrar en pánico, porque esto realmente no lo merece. Las medidas preventivas son las mismas que informamos el primer día: lavarse las manos", repitió, a casi dos meses del comienzo de una epidemia que parecía leve y que ahora, a juzgar por las medidas adoptadas, parece un monstruo invisible.
Lemus aseguró que todas las medidas adoptadas (emergencia sanitaria, suspensión de clases y licencias para embarazadas y pacientes inmunodeprimidos) eran correctas y fueron adoptadas dentro de la "racionabilidad científica" por un comité compuesto por los mayores infectólogos del país. "Tenemos toda la inteligencia para afrontar el tema", añadió Lemus, médico, profesor de infectología, con una experiencia de 30 años en el Hospital Fernández, del que fue director.
-En muchas ciudades, se suspenden actividades y se cierran comercios. ¿Está de acuerdo?
-Frente a la actual situación, lo que hay que adoptar es el distanciamiento social de todo paciente enfermo e ir al médico. No estamos de acuerdo con esas medidas. No quiere decir que no se puedan tomar, pero al día de hoy, como está la epidemia, no aconsejamos eso. En estos procesos, siempre empiezan a haber opiniones de personas que no son especialistas.
-Cerrar todo por 72 horas, ¿sirve de algo?
-No, no es un tiempo epidemiológicamente aceptable.
-¿Quiere decir que a la hora 73 de la veda todo seguiría igual?
-Exactamente, no pasa nada en la hora 73. Hay que tomar las medidas en el momento justo, porque si uno se adelanta, después, cuando son realmente necesarias no pueden aplicarse.
-¿Y si la situación se agrava?
-Ahí veremos qué otras medidas hay que tomar. Estas cuatro semanas son fundamentales. Son el pico de la epidemia y nos van a mostrar cuál es la letalidad de la enfermedad.
-¿Cómo se explica que en el hemisferio Sur, la Argentina sea el país con mayor cantidad de muertos?
-El número acumulado no es un indicador. Hay condiciones particulares en cada país y, por lo que vemos, en la Argentina, la tasa de mortalidad sigue la línea histórica.
-¿No hubo fallas en los procedimientos?
-No. Se tomaron todas las determinaciones adecuadas día por día.
-¿Existe mayor presión social para adoptar medidas más duras?
-Sí, lo vemos. En toda epidemia aparecen factores mediáticos, políticos y de discriminación. Y le sumaría los gremiales. Obviamente, lo sabemos. Acá no hay que tener miedo. El consejo, en caso de querer concurrir a un espectáculo, es que no vaya quien esté enfermo. El barbijo sólo está recomendado en dos situaciones: para el personal de salud y para los enfermos cuando tienen que trasladarse. En otros ámbitos, no hay evidencias científicas sobre sus beneficios. Para las manos se puede usar alcohol común y, mejor todavía, es lavárselas con jabón.




