domingo, 26 de julio de 2009

¿Agotada todo el tiempo?

En la actualidad se le conoce como un mal crónico contemporáneo que es común que lo tengan personas entre los 20 y 40 años. Entre los signos que identifican al síndrome de fatiga crónica está el mostrar un cansancio persistente que no desaparece aún cuando se descanse además de tener dolor en músculos y articulaciones, indisposición física en general así como problemas con el sistema digestivo o mostrar una elevada sensibilidad a estimulantes diversos o a alimentos además de una inhibición del funcionamiento del sistema inmunológico…

Hoy día se utilizan terapias alternativas a la par de la medicina alópata para ayudar a quien presenta estos síntomas a volver a su ritmo de vida normal; entre lo más funcional se encuentra las flores de Bach, la práctica de yoga o la programación neurolingüística.

Alternativa de ayuda

Las flores de Bach procuran mantener una mejor disposición emocional para evitar la afección física, en cambio la programación neurolingüística ayuda a controlar el cuerpo a través de programas mentales de bienestar. Su premisa es que si se piensa en estar bien, entonces se puede erradicar del cuerpo la creencia de malestar y así, restablecer la condición de salud corporal que en la mente se produce.

En el caso de la práctica del yoga, se consigue conjuntar el trabajo mental a través del físico para alcanzar un estado de equilibrio que produce paz interior y una armonía en el organismo, con el que se combate la condición inadecuada en la persona y la revitaliza para funcionar adecuadamente en su vida diaria.

Las tres terapias alternativas separadas o en conjunto, han logrado dar resultados efectivos ante los síntomas de este malestar contemporáneo.