lunes, 15 de junio de 2009

La hepatitis B suele comenzar sin síntomas


Salud
La hepatitis B suele comenzar sin síntomas
La Gaceta - Tucumán 24/05/2009


La hepatitis B es una enfermedad infecciosa viral que puede ocasionar hepatitis aguda, fallo hepático fulminante, hepatitis crónica, cirrosis y cáncer de hígado. Sin embargo, puede prevenirse con la vacuna. Este mal es causado por el virus de la hepatitis B (VHB), que transmiten las personas infectadas a través de la sangre y fluidos corporales. Las vías principales de infección son la transmisión sanguínea y la sexual.
Se estima que el 5% de la población mundial está crónicamente infectada con este virus, es decir el doble de las personas infectadas con hepatitis C y siete veces más que los infectados con HIV. La infección puede curarse espontáneamente, o puede volverse crónica y causar cirrosis, cáncer de hígado o insuficiencia hepática. Se trata de una de las infecciones de transmisión sanguínea y sexual más creciente en Latinoamérica.
Adrián Gadano, jefe de Hepatología del Hospital Italiano de Buenos Aires y coordinador del Grupo Latinoamericano de Expertos en Hepatitis B (GLEHB)informó que cada año hay nuevos casos en la Argentina, principalmente entre los adultos.
La infección suele no tener síntomas, y a menudo no se detecta hasta que ya se está en instancias finales, algo lamentable teniendo en cuenta que existen vacuna y tratamientos eficaces. “Para los pacientes que desarrollan cirrosis en fase terminal, el único tratamiento posible es el trasplante de hígado”, subrayó el especialista. Se estima que el 2% de la población de Latinoamérica tiene hepatitis B crónica, con zonas de endemicidad media o alta.
Los especialistas proponen mejorar el manejo del mal mediante el acceso a la vacunación universal de recién nacidos, de los adolescentes y de los adultos en riesgo; la detección de personas en riesgo; el tratamiento de quienes están infectados con hepatitis B. Instan, además, a educar a la comunidad médica y a la población, y a relevar datos para tener estadísticas fidedignas en la región.
Por su parte, el jefe de Hepatología del Hospital de Clínicas José de San Martín de la UBA, Jorge Daruich, recordó que en los últimos años hubo importantes avances en el desarrollo de nuevas drogas, y que existen múltiples opciones terapéuticas. “La elección de los fármacos va a depender de las características del paciente, del estadio de la lesión hepática y de las características del virus”.
En tanto, Francisco Palazzo, profesor de Gastroenterología de la Facultad de Medicina de la UNT y jefe de la Unidad Centinela de Hepatitis -que funciona en el Hospital Padilla- informó que en Tucumán hay una marcada disminución de hepatitis aguda B, gracias a la campaña de vacunación que beneficia a recién nacidos, grupos de riesgo y a personal de la sanidad, y al control de las embarazadas en el tercer mes de gestación. “Cuando la madre da positivo, se le informa para que cuando nazca su hijo se leaplique al bebé gammaglobulina hiperinmune y la vacuna, para evitar que desarrolle a temprana edad hepatitis crónica y cirrosis”, aclaró el médico.